miércoles, 19 de marzo de 2014

“La donación de médula ósea es un proceso tan sencillo como necesario”

         

Sadhuram Roura es un joven estudiante de biotecnología nacido en Nepal, pero que desde los cuatro años vive con su familia adoptiva en la localidad costera de Sant Pol de Mar (Maresme). En junio de 2012 le diagnosticaron una aplasia medular grave, una enfermedad que afecta a dos personas de cada millón y que provoca que la médula ósea no genere células sanguíneas. En abril, los médicos de la Vall d’Hebron le aconsejaron un trasplante de médula de un donante, a poder ser de origen asiático, por razones de compatibilidad genética. “Es necesario informar a la población que existe la donación de médula, y que es un procedimiento que no comporta ningún riesgo. Hay muchas personas que lo necesitan”, asegura Sadhuram. Su nombre lleva tres meses en el registro mundial para detectar el donante compatible. Sadhuram no solo pide ayuda para él, sino que reclama más sensibilización para multiplicar el número de donantes.
Todo empezó hace un año cuando una analítica le alertó que sus células sanguíneas estaban muy por debajo de los niveles normales. Hasta el momento, él solo había notado algunos signos de fatiga, que atribuía a la actividad propia de un universitario de 20 años. Tres meses más tarde, los síntomas propios de la enfermedad –cansancio, bajadas de tensión o palidez– aumentaron hasta que, en octubre, lo ingresaron durante 21 días para realizarle un tratamiento inmunosupresor. “Estuve aislado con un régimen de visitas y dietas muy estricto. Me bajaron tanto las defensas que cualquier agente externo podía causarme infecciones”, explica Sadhuram.

No hay comentarios:

Publicar un comentario