El 50,2% de los 229 casos de menores registrados por el teléfono de atención Anar 116000 en 2013 en España fueron fugas; el 19,6%, secuestros parentales, y el 18,8% correspondieron a situaciones en las que los echaron de casa. El resto fueron casos en los que los menores se perdieron, fueron víctimas de un secuestro criminal o se trataban de inmigrantes separados de sus padres y sin tutela de adultos legalmente responsables.
Son las cifras que recoge el informe anual de la Fundación Anar, que gestiona este teléfono de ayuda armonizado con la Unión Europea, que se presenta hoy en Madrid. “Nos preocupa que sigue aumentando el número de casos de fugas de menores de edad y también llama la atención el incremento de los casos de menores adolescentes echados de sus casas”, señala Leticia Mata, directora del servicio, que ofrece ayuda en las denuncias y conexión inmediata con las fuerzas y cuerpos de seguridad, conexión en red con todos los de Europa, asesoramiento jurídico y social y apoyo emocional a las familias durante las 24 horas. En total, en 2013 se atendieron 1.871 llamadas.
El principal grupo de edad del que se habla en las llamadas es el de menores adolescentes de 16 y 17 años, lo que supone el 35,8% de las llamadas. En segundo lugar, en el 27,9% se hace referencia a adolescentes de entre 14 y 15 años. En estos dos grupos se detectó una mayoría de situaciones de fugas y de menores echados de casa. En los de edades inferiores a siete años, protagonistas de un 16,6% de las llamadas, la mayoría fueron secuestros parentales.
La Fundación Anar llama la atención sobre el hecho de que la mayoría de los menores implicados fueron niñas (el 69,4%). También advierte de la circunstancia de que solo en el 31,4% de los casos el menor desaparecido vive con sus dos padres y el 13,9% con ninguno de ellos, sino con otros familiares, en centros acogida, con amigos o con su pareja.
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